La ventaja de esta pintura es que puedes tenerla por largos ratos al aire libre y no se seca, pues su curado es en altísimas temperaturas. Y es así que puedes hacer mezclas muuuy libremente.
Al haber terminado de pintar, solo tienes que poner el lado encerado del papel en contacto con la impresión que acabamos de hacer. Después le pasas la plancha (sin vapor) por encima presionando muy fuerte para que tenga un buen acabado varias veces, cuidando de no quemar la tela. Otra opción es usar una secadora industrial o una plancha especial de serigrafía.