lunes, 22 de diciembre de 2008
domingo, 21 de diciembre de 2008
martes, 16 de diciembre de 2008
miércoles, 26 de noviembre de 2008
martes, 25 de noviembre de 2008
Los brillos ajenos y sus coartadas
Las líneas tajantes que embarcan la osadía de una ciudad entera de encubrirse de brillos ajenos. El escenario se ve a diario. Las máscaras las hay por doquier, en los suelos polvorientos, robándole a un transeúnte sus pasos. En los cielos a lo alto. Camuflaje de las nubes por vergüenza de esta urbe.
Nuestras joyas citadinas son reflejos cristalinos en lagos de aguas negras. Vertientes fluorescentes, tóxicas como la piel, escudriñan los anhelos caídos y desdeñan el pasado del que no están orgullosas. Las calderas de una ciudad como la que hoy se sostiene de vanales letras y colores desteñidos, se han derramado por los cimientos, entrando por las líneas tajantes que embarcan la osadía de una ciudad entera de encubrirse de brillos ajenos.
Nuestras joyas citadinas son reflejos cristalinos en lagos de aguas negras. Vertientes fluorescentes, tóxicas como la piel, escudriñan los anhelos caídos y desdeñan el pasado del que no están orgullosas. Las calderas de una ciudad como la que hoy se sostiene de vanales letras y colores desteñidos, se han derramado por los cimientos, entrando por las líneas tajantes que embarcan la osadía de una ciudad entera de encubrirse de brillos ajenos.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
lunes, 10 de noviembre de 2008
lunes, 13 de octubre de 2008
martes, 9 de septiembre de 2008
jueves, 28 de agosto de 2008
El escaparate
La restricción que sus dedos impusieron es la infalible palabra que cierra todo grito. La perversión es la inútil, pero inevitable demostración de egoísmo en el humano. En el objeto. La carne que desgarramos por placer, y que aún asi sigue derramando deseos.
Un segundo se extiende hasta el confin de lo que pudieras sentir, o imaginar en su defecto. La elasticidad como propiedad del tiempo, se apropia de nosotros y nos mantiene en polos distintos, giratorios. Un espiral resultado de una ilusión óptica.
La conclusión no existe, el final es ciertamente una puerta a un segundo peldaño. A un tercer peldaño. A un cuarto y a un quinto, y sabrá la infinita tempestad en qué momento volvemos al primero.
Un segundo se extiende hasta el confin de lo que pudieras sentir, o imaginar en su defecto. La elasticidad como propiedad del tiempo, se apropia de nosotros y nos mantiene en polos distintos, giratorios. Un espiral resultado de una ilusión óptica.
La conclusión no existe, el final es ciertamente una puerta a un segundo peldaño. A un tercer peldaño. A un cuarto y a un quinto, y sabrá la infinita tempestad en qué momento volvemos al primero.
jueves, 21 de agosto de 2008
martes, 19 de agosto de 2008
Faltaba mencionar
Nunca esperé una respuesta a cambio. Las palabras siempre se fueron acortando entre las piedras. Quizá espere una imagen, un sonido, un recorrer entre mis dedos. Una exhaltación de lo ordinario, una transgresión de lo tangible e intangible. La rebelde forma, la irremediable textura y todo aquello que me hace bailar. Todo eso y todo aquello. Todo lo mío y todo lo ajeno. Yo y lo demás.
La casa.
Brisa abrió la puerta y sin dar más pasos pudo divisar a Bruno entre bocanadas de un cigarrillo ya apagado. Sus ojos se veían igual que ayer.
Entró a la pieza casi arrastrando el alma, dejó caer sus huesos sobre el sofá y sonrió.
Brisa se sumerge en la estática y le sonríe igual. Hay algo que los delata y es justamente la ausencia que lo hace.
Imágenes van recorriendo los dedos de Bruno sin poder evitar cerrar los ojos y fundirse a ellas. Como si todo realmente existiera, no se pregunta el por qué.
El espacio entre los dos es relativo al tiempo que ha pasado desde aquella última vez. Desde el final certero que acordaron olvidar. Desde el inicio que aún no empieza.
Entró a la pieza casi arrastrando el alma, dejó caer sus huesos sobre el sofá y sonrió.
Brisa se sumerge en la estática y le sonríe igual. Hay algo que los delata y es justamente la ausencia que lo hace.
Imágenes van recorriendo los dedos de Bruno sin poder evitar cerrar los ojos y fundirse a ellas. Como si todo realmente existiera, no se pregunta el por qué.
El espacio entre los dos es relativo al tiempo que ha pasado desde aquella última vez. Desde el final certero que acordaron olvidar. Desde el inicio que aún no empieza.
jueves, 14 de agosto de 2008
Si mis ojos hablaran
Un final es renovación, es ausencia de la palabra. Es acción transgrediendo, resquebrajando. Un sonido que mutila frecuencias, se apodera y nos sostiene. Es espectáculo, es querer volver al inicio, y jugar el juego.
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